Los períodos Geológicos de la formación de la Isla de Santo Domingo.

 

Crédito: Mapa del Servicio Geológico Nacioanal.

1.1 Características del período del Cretáceo.

   El Cretáceo: este período geológico se caracteriza por la formación de un sistema montañoso en dirección Noroeste Sureste que se inicia en Haití con el nombre de Massif du Nord y continúa en el territorio dominicano con el nombre de Cordillera Central que se extiende hacia el Este, formando dos secciones, Sierra de Yamasá, Sierra Oriental o Sierra del Seibo, y la Sierra de Samaná.

   La Cordillera Central inicia como una gran cadena volcánica; es la zona hidrogeológica más grande del país con anticlinales de más 3000 metros de alturas sobre el nivel del mar, la más complicada estratigrafía consiste en un sistema complejo de depósito marinos, rocas volcánicas e instrucciones plutónicas, combinando con una tectónica intensa.

   Las rocas del Cretáceo son bien características. Casi todas son ígneas, es decir, que surgieron de las entrañas por actividad volcánicas. Las dioritas, las tobas, las andesitas, los esquistos, las granodioritas y los mármoles son rocas del período del Cretáceo que empezó hacen unos 130 millones de años.

Fuente: d-mapas.com

   En el Oligoceno la formación Tavera, en el mioceno la formación Yaque, denudación de la Cordillera y Plegamiento de menor intensidad.

   En el Plioceno formación de las Matas, levantamientos de la Cordillera y comienzo de fracturación. Pleistocenos arrecifes de coral y sedimentos aluviales y levantamientos.

   La Sierra Oriental o Sierra del Seíbo consiste en un sistema montañoso con pequeñas elevaciones en dirección Oeste- Este de 80 kilómetros de longitud, su estratigrafía está constituida por rocas de origen volcánico intrusivo, sedimentarias y metamórficas.

   Esta Sierra está limitada por los llanos costeros de Sabana de la Mar y Miches y al Sureste por el llano costero Suroriental o del Caribe y al Oeste por la Sierra de Yamasá y los Haitises.

   La Sierra de Yamasá se originó en el período cretáceo, se extiende al este de los valles bajos de Bonao y Villa Altagracia. S estructura es de rocas volcánicas intrusivas, sedimentarias y metamórficas.

   En esta Sierra está la formación más antigua, la formación los Ranchos, que incluye rocas volcánicas lutitas, areniscas, calizas y glomerados. En la zona de Pueblo Viejo se encuentran Yacimientos de Palta y Oro explotado por la Empresa minera “Barrick Pueblo Viejo”, provincia de Juan Sánchez Ramírez.

   La Sierra de Samaná. Se extiende al Nordeste formando parte de la Península de Samaná. Esta posee su estructura de rocas ígneas, metamórficas y sedimentarias, sus máxima alturas son de 600 metros sobre el nivel del mar.

   En esta Sierra existen Yacimientos del Mármol y Lignito. La misma es uno de los sistemas montañosos del país que tiene una alta pluviometría.

1.2 Períodos Eoceno y Oligoceno.

   Fuente: d-maps.com

   El Eoceno comenzó hacen unos 60 millones de años. Este período geológico se caracteriza por los movimientos orogénicos que afectaron América del Norte y las Antillas. En la parte que corresponde a la República Dominicana, específicamente en la Sierra Septentrional, las anticlinales de Isabel de Torres, Diego de Ocampo, Jicomé y en el Sur, las Sierras de Neiba y Baoruco, datan del período Eoceno.

   La orogénesis que levantó las formaciones eocenas de nuestro país se ejerció de Norte a Sur, pero en los períodos subsiguientes otras fuerzas presionaron de Sur a Norte. En ese mismo sentido, en el centro del territorio haitiano se formaron en este período geológico las Montañas D' Trou de Eau y la cadena de Matheaux, continúan en el territorio dominicano con el nombre de la Sierra de Neiba.

   El Oligoceno comenzó hacen aproximadamente 40 millones de años. El archipiélago que ocupa el área de la República Dominicana sufrió levantamientos y fue sometido a una intensa erosión. Entonces se depositaron en un mar de poco fondo grandes masas de arcillas, grava y cantos rodados, que luego se levantaron. Ahora se pueden encontrar formaciones geológicas de este período en San José de las Matas, en la zona de Baitoa, Jánico, y la Sierra de Martín García. La Sierra Septentrional es casi toda de este período geológico. (Núnez Molina, 1985)

   En los últimos tiempos del Oligoceno comenzó una nueva sumersión que afectó la región de la Hoya de Enriquillo. La línea de fallas que se observa en las dos sierras, de Neiba y Baoruco, visible cuando se viaja desde hacia el poblado La Descubierta, se produjeron por sumersión de grandes bloques de esa Hoya.  

1.3 El Mioceno y Plioceno.

Fuente: d-Mapas.com

   El Mioceno se caracteriza por las formaciones de la Sierra Septentrional. Los mayores levantamientos ocurrieron en la parte Norte de nuestra isla.

   La formación Isabela su nombre proviene de la primera ciudad fundada por Cristóbal Colón, tiene unos 12 Km de largo por 16 de ancho, se extiende por todas las montañas que forman la Loma atravesada con alturas de hasta 300 metros sobre el nivel del mar; está constituida por rocas caliza arrecifal costera. Esta formación descansa de manera discordante sobre los estratos de la formación Gurabo en la provincia Valverde.

   El Mioceno fue un período de tranquilidad geológica. Las formaciones miocenas casi no presentan plegamientos en las estratificaciones. Los sedimentos que se depositaron en aguas poco profundas se mezclaron con una rica fauna marina. Dicho sedimentos y fósiles marinos luego se levantaron originando en la parte Norte de la hoy República Dominicana numerosas formaciones: Altamira y Loma Isabel Torres en la provincia de Puerto Plata.

   En la parte Sur se produjeron levantamientos, la formación Las Matas en el período Plioceno. En ese mismo orden se originaron Los cerros de sal y yeso de Cabral en la provincia de Barahona. Otra formación Miocena es la de Travertino en Canoa, también en la misma provincia de Barahona.

   Al final del Plioceno se produjeron movimiento orogénico que originaron áreas de fallas. La fosa de Isla gran Caimán conocida también como la fosa Barlett al Sur de la isla de Cuba con una gran profundidad, esta es importante epicentro de movimientos sísmicos en el Caribe.

   La Fosa o Trinchera de Puerto Rico (Milwaukee) situada al Norte de la Isla de Puerto Rico, al Nordeste de Samaná, es la línea que separa la Placa Tectónica de Norteamérica o Atlántica con de la del Caribe. Esta fosa es la más profunda del Continente de América y del Océano Atlántico con aproximado de (8,800 metros de profundidad).  

 1.4 Pleistoceno y Reciente.

   Fuente: d-Maps.com

   Al iniciarse el Pleistoceno ya se habían levantado todos los sistemas montañosos de la Isla de Santo Domingo o de La Española. Únicamente los valles estaban sumergidos. En la parte Norte de la Isla un canal marino que iba desde la bahía de Samaná en el Nordeste a la bahía de Manzanillo en el Noroeste y la parte del norte del territorio haitiano, (hoy valle del Cibao). Dicho canal se secó primero en las inmediaciones de Santiago de los Caballeros, por levantamientos del Mioceno y aluviones de época reciente. Un mar más profundo existía en lo que ahora se le conoce con el nombre de valle del Yaque del Norte. El río Yaque, con sus afluentes y la denudación de los sistemas montañosos Cordillera Central y Sierra Septentrional cubrieron de sedimentos aquel canal, que se estrechaba al Norte del hoy Santiago de los Caballeros y se abría en forma de bahía entre Montecristi y Dajabón (Núñez Molina, 1985).  

   Hacia el Este de Santiago de los Caballeros otro mar de poco fondo fue cubierto por los arrastres de los ríos Yuna y sus tributarios. Este mar desaparecido se le conoce en la actualidad con los nombres de valle del Cibao Oriental o valle del Yuna.

   Fuente: Mapa topografica de la La Española (NASA)

   En el Pleistoceno también estaban sumergidos todos los llanos costeros del Norte. En los últimos 50,000 años los ríos Bajabonico, Camú del Norte, Yásica, Nagua y Boba, han formado sus respectivos valles, que ahora se abren hacia el mar en forma de abanico. El valle de Bonao era también un canal marino Pleistoceno. El río Yuna en un principio desembocaba en el canal marino de Bonao. Este desaguaba luego por dos canales: uno de ellos terminaba en Rincón, La Vega, por el cause por donde ahora corre el río Jima. El otro terminaba en Cotuí, lo que es ahora el curso del río Yuna, entre las dos ciudades. El canal Bonao luego se convirtió en un lago debido a que fue cubierto por los aluviones del Yuna y otros ríos tributarios y con el tiempo fueron dando la forma del valle de del mismo nombre (Espinosa, 2000).

    En el Este y en el Sur se levantaron el Llano Oriental y los valles de Baní en Peravia, el de Azua, el de Neiba y el valle de San Juan. El lago Enriquillo es lo que queda de un antiguo canal que unía la bahía de Neiba con el golfo de Leogane en Haití. Un levantamiento del terreno producto de una falla tectónica y los sedimentos depositados en su desembocadura por el río Yaque del Sur, asilaron el lago, que ahora existe como un pequeño mar interior de más de 250 kilómetros cuadrados. Sus anchas márgenes, cubiertas de arena y caracoles, evidencian la existencia de aquel canal Pleistoceno que ha venido secándose lentamente en el último millón de años. (Núñez Molina, 1985) 


   Fuentes bibliográficas.

El territorio dominicano (Núnez Molina, Luís Napleón, 1985).
Manual de Teoría y Práctica de Geografia de la Isla de Santo Domingo (Aybar Acosta, Iganacio,2010).
Estudio del Espacio Dominicano (Espinosa, Tomasina, 2000).
Atlas Geográfico de la República Dominicana (Editora Santillana, 2006).
Sobre la Topografia y Geología de Santo Domingo (M.Gabo, 2000).
Geografia Dominicana (De la Fuente, 1976).


  

 

 

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